Ofrenda a José Guadalupe Posada.
La Luciérnaga. Colectivo escénico.
Por Luis Alejandro Magaña y Norma Estela Reséndiz
El texto es una especie de manual dirigido a todas aquellas personas involucradas en las políticas culturales con sugerencias para ellas en los órdenes político, económico, social y cultural. Acompañada de sugerencias y recomendaciones gráficas, porcentuales y mapas que ayudan a ver la tendencia del gasto en actividades culturales por cada país y como esto ha repercutido en la forma de vida de las naciones. Actualmente las políticas culturales no están siendo aplicadas por personas expertas que sepan del tema y como desarrollarlas en la sociedad. No es mera coincidencia que la economía sea utilizada como condicionante para que se respete y se trabaje en proteger el patrimonio cultural.
A través de este tema se nos permite tocar a fondo los siguientes aspectos: economicos, politicos, sociales y culturales que nos indican lo siguiente:
Economico.- la UNESCO pide más apoyo monetario para el sector cultural pronunciándose en contra de los recortes en el presupuesto a este sector. Para esto argumenta el aumento al gasto público basándose en que las actividades culturales bién encauzadas y apoyadas que puedan dejar beneficios económicos al Estado y empleos. También se aboga por un marcado apoyo de la sociedad civil y la iniciativa privada para que entre los tres mantengan el interés en este tipo de actividades, ya sea con aportaciones económicas o con participación directa. Pero no necesariamente se apega o mantiene el interes, dentro de todo esto se destacan algunos aspectos negativos como: La representación del patrimonio cultural como inversión; en a cual se aprovechan para proyectar una mera imagen de lo que refleja una sociedad y no necesariamente para beneficio de esta, aunque me duele tener que admitir que la creatividad de lagunas personas es utilizada para dar proyección a los discursos políticos y los medios de comunicación; “que cuando quieren proyectan algo positivo o se preocupan por dar una imagen positiva del desarrollo cultural".
Politico.- se sugiere que los gobiernos nacionales se unan con el sector privado para promocionar y apoyar eventos culturales y un aumento en el gasto público para que en este rubro, se argumente que el sector privado no se hará cargo del sector cultural . También se sugiere que los gobiernos se hagan cargo de los proyectos de la cultura sean o no iniciados por él, al ser la única fuerza pública que puede consistentemente otorgarles presupuesto y apoyo.
Social.- el organismo de la ONU pide una mayor expresión a los pueblos minoritarios que habitan en la Tierra, respeto firme a sus derechos humanos, una mayor consideración para sus expresiones artísticas, sociales y culturales. Complementando con una mayor integración en las decisiones que los afecten tanto a la sociedad o comunidad.
Cultural.-En este plano, encontramos sugerencias sobre alianzas de organismos culturales multinacionales para facilitar la comunicación, coordinación y financiamiento de actividades culturales; así como difusión de estas alianzas como una manera de presión hacia los gobiernos políticos para prestarle mayor atención a estos proyectos.
Concluyendo las politcas culturales necesitan, dar una especie de compromiso entre lo económico y lo cultural, pero la imposición política no permite este desarrollo o este trabajo ¿Qué tenemos que hacer para que esas personas entiendan que la cultura es una oportunidad para resolver algunos problemas que nos aquejan actualmente? Simplemente diría conciencia, educación, capacitación, ganas de querer hacer que esto funcione de verdad; por que como sociedad, pensamos que hemos llegado aun punto el que nos estamos estancando y retrocediendo ideológicamente.
Claramente destacamos estos puntos por que son los más fuertes del tema , y no dejamos de lado que deben implementarse mejores leyes en la cuestión de la creatividad derechos de autor , y protección al patrimonio y conservación, pero para eso debemos comprender primero a la misma sociedad y ver que necesita y como trabajarlas para que estas políticas culturales se desarrollen y beneficien a la misma sociedad en general. Aunque este documento puede ser un bien intencionado comienzo por parte de la UNESCO, aun falta mucho por hacer, pues la integración a la que tanto se refiere el organismo multinacional está muy lejos de lograrse; esto lo podemos ver en los acentuados regionalismos entre varios países o el denodado intento de homogenización en otros, otro obstáculo es el recorte presupuestario, pues en lo referente a los gobiernos de tendencia capitalista si algo no produce ganancias inmediatas o seguras, es rápidamente descartado y no vuelto a ser apoyado por el estado, por último pero no menos importante, el nacionalismo que aunque fue un aliado fiel en el impulso a la cultura de fines del siglo XIX y principios del XX, se ha revelado como un impedimento para lograr el apoyo multinacional a eventos y proyectos culturales de gran envergadura.
Por López Sánchez Antonio Jair y Mejía Sánchez Bernardo
Néstor García Canclini:
Nacido en Argentina en 1939. Estudió letras y se doctoró en 1975 en
Ha sido profesor visitante de diversas universidades, entre ellas las de Nápoles, Austin, Stanford, Barcelona, Buenos Aires y São Paulo.
Entre sus libros, traducidos a diversas lenguas, Arte popular y sociedad en América Latina, Grijalbo, México, 1977; La producción simbólica. Teoría y método en sociología del arte, Siglo XXI, México, 1979; Las culturas populares en el capitalismo, Nueva Imagen, México, 1982; ¿De qué estamos hablando cuando hablamos de lo popular?, CLAEH, Montevideo, 1986; entre otras.[1]
El capitulo “2. Políticas culturales: de las identidades nacionales al espacio latinoamericano” pertenece a uno de los doce diagnósticos de especialistas para entender los nuevos vínculos de las inversiones económicas transnacionales en la producción cultural, con la reorganización de los mercados y los hábitos de los consumidores [2], El título de la obra es Las industrias culturales en la integración latinoamericana.[3]
Pasando al contenido de la obra de Canclini, ésta consta de cinco subtemas: Identidades e industrias culturales; Interés público y calidad de vida: la perspectiva de los consumidores; Espacios regionales: mercado, creatividad y públicos; Integración cultural y ciudadanía y Propuestas culturales.
En el primer subtema, identidades e industrias culturales, el autor nos expone que los historiadores, los antropólogos y las personas especializadas en estudios culturales han llegado a un mutuo acuerdo dialogando el concepto de identidades nacionales diciendo que es una construcción histórica basada en procesos sociales y concluyendo en imaginativos colectivos. De esta manera se llega a forjar una historia y una identidad que puede ser nacionalista, etnicistas o regionalistas.
En los últimos años, las industrias culturales junto con los procesos de comunicación, son las que desenvuelven las principales actividades culturales. En América Latina no se le da mucho lugar a éstas. La razón es la siguiente: los países latinoamericanos no cuentan con estadísticas confiables sobre las inversiones y el consumo en los principales campos de comercialización y producción cultural. Mientras en los países europeos se alcanzan mayores progresos en sus políticas de regulación, de orientación pública de las ganancias privadas, ya que estas se apoyan en investigaciones sobre la producción cultural.
Ahora bien, otra de las ideas que maneja el autor es el concepto del público, partiendo de cuáles son las diferencias que han existido atreves de diferentes periodos de la historia. En primero lugar menciona como era concebido lo público durante el siglo XVIII y XIX era donde se podría luchar en contra de los Estados despóticos – así en deferentes periodos varia el concepto-. Así pues en la actualidad la idea de público es más vista como un consumidor.
Uno de los ejemplos que se maneja para el párrafo anterior son los medios audios visuales. Debido a la falta de interés por parte del estado para brindar apoyo a éstos tipos de medios de comunicación, se ven como un mercado abierto para la propiedad probada. Así pues, las diferentes funciones que pudieran haberse logrado en cuanto a los medios visuales se ven acaparadas para darse un gran bombardeo de propaganda consumista, que obviamente solo beneficia a los bolsillos de unos cuantos inversionistas.
Por otro lado se menciona las diferentes partes en que John Keane divide la interacción entre individuos – antes que nada cabe decir lo que Keane asevera: para que se puede dar una relación entre dos o más personas debe existir un medio de comunicación-. en primer menciona lo denomina como Esfera micropúblicas; que es la interacción de una forma local , es decir con un pequeño grupo de personas como pudiera ser entre un grupo de amigos. En segundo lugar se encuentra Mesoesferas públicas; por esto entiende que es una relación que ya se da en un país, que obviamente ya involucra a millones de personas. En tercer, y última clasificación, se encuentra las Macropúblicas; ésta la concibe como la interacción ya de una manera global – mundialmente-.
El subtema tres, espacios regionales, uno de sus puntos es abordar los espacios existentes en la región y a nivel global. Uno de ellos es llamado: espacio cultural latinoamericano. Éste abarca a los países latinos, por compartir una Historia multicultural parecida; otro es el euroamericano, éste se refiere a la vinculación de las naciones latinas con Europa y, por último, el interamericano, donde hemos llevado una historia conjunta con los E.U. en los posteriores 150 años.
En lo que corresponde al mercado, hubo una gran polémica cuando E.U. Y algunos países europeos negociaban el Acuerdo General sobre Comercio y Aranceles (GATT), se oponían a que las empresas transnacionales tuvieran una libre circulación de sus productos visuales, así que países como Francia y España defendían sus derechos para proteger su cine y televisión.
Pero el Parlamento europeo saldría a la defensiva y le ordenó a los congresos nacionales que no apoyaran al AMI. Unos decían que era un golpe de Estado de las transnacionales.
Pasando a la creatividad, el autor nos dice que se deben hacer políticas para rescatar, reconocer y valorar las diferencias entre culturas de un mundo globalizado. Cuando aceptamos la creatividad y la diversidad de experiencia logramos que la cultura y las interacciones sociales vivan en una sociedad abierta. Se exige al mercado y al Estado a repensar su relación de uno y otro con la creatividad cultural. Ambos deben colaborar de manera democrática en la selección de qué debe ser transmitido y que no, de quienes y cuáles son los recursos que se relacionan con la cultura.
También se menciona lo que es la integración que se da entre ciudadanos, el autor entiende como integración como la búsqueda de identidad que unifique a lo que es un Estado-Nación. Plantea el ejemplo de que una entidad que ya se encuentre integrada no es algo que preexista, sino que fue algo que se tuvo que construir atreves del tiempo.
Pero por qué se menciona la idea de integrarse, debido al problema de la globalización una cuantas naciones han monopolizado la cultura – y como por lo regular éstas pocas son las que cuentan con el capital suficiente para invertir en el cine son las que acaparan el mercado-. Debido a esta causas en diferentes parte del mundo se encuentran rasgos semejantes, el autor plantea que esto no debe suceder ya que se olvida de sus rasgo esenciales de lo que es su cultura carecería de una identidad que posteriormente se convertiría en caos , ya que no se integrarían a las políticas e intereses del Estado-Nación que conforman.
El último punto son propuestas políticas y algunas de estas acciones son definidas por los gobiernos, organismos internacionales y por los movimientos socioculturales. Éstas son cinco:
1.-Crear un sistema latinoamericano de Información Cultural.
2.- La creación de dispositivos que articulen a los sectores estatal, privado y asociativo.
3.-Fondo Internacional de Producción y Difusión Cultural.
4.-La coordinación del conjunto de América Latina debe promover las integraciones e intercambios subregionales.
A manera de conclusión citaremos lo que nos dice Canclini: “El dilema decisivo hoy en las culturas latinoamericanas no es defender las identidades o globalizarnos, sino integrar solo capitales y disposiciones y dispositivas de seguridad o construir la unidad solidaria de ciudadanos que reconocen sus diferencias”[4]
[1] Infoamérica, “Néstor García Canclini” http://www.infoamerica.org/teoria/garcia_canclini1.htm (acceso 28 de septiembre de 2008)
[2] Editorial Eudeba, “Las industrias culturales en la integración latinoamericana” http://www.eudeba.com.ar/webcatalogo/Titulo.asp?id=736 (acceso 28 de septiembre de 2008)
[3] Néstor García Canclini, coord., “2. Políticas culturales: de las identidades nacionales al espacio latinoamericano” en Las industrias culturales en la interacción latinoamericana (México: Grijalbo, 1999)
[4] García Canclini, 62
Evolución del día de muertos:
A partir de raíces indígenas diversas y de lo hispano, con su visión europea, medieval y católica, se unieron dos mundos profundamente místicos y rituales, que se enfrentaron, adaptaron y finalmente fusionaron de manera irregular y desigual a lo largo de México, pero que dieron origen a una nueva nación, que amalgamó religiones, cosmovisiones, filosofías, idiomas, razas, sabores, flores, texturas y fiestas. De esta unión da testimonio actualmente, entre muchísimos elementos más, la celebración del Día de Muertos.
La muerte Prehispánica
La muerte desde la aparición del hombre sobre la tierra ha generado un culto muy particular. Las culturas prehispánicas concibieron la muerte como una dualidad con la vida. Los aztecas tenían dos fechas especiales para recordar a sus muertos: En el mes de agosto dedicado a Miccailhuitonitli o "muertecitos" y en noviembre la fiesta de los muertos grandes.
Dentro del calendario prehispánico de los grupos Nahuas del altiplano central, había por lo menos seis fiestas dedicadas a los muertos. Entre ellas dos eran las principales del 12 al 31 de julio en que se recordaba a los muertos chicos y los veinte días siguientes se celebraba la fiesta de los muertos grandes, que se caracterizaba la magnificencia de las ofrendas.
El Día de Muertos en la sociedad colonial
En la época colonial, del lado del pueblo las celebraciones seguían mezclando una buena dosis de tradición y creencias indígenas con elementos del catolicismo, lo que desembocaba en prácticas rituales y ceremonias poco ortodoxas que se percibían más bien como alegres fiestas u ocasiones de relajamiento.
Al ocurrir la conquista el país, la religión católica cambió totalmente el concepto sobre la muerte. Se le empezó a ver como algo temible pensando en las penas del Purgatorio y del Infierno, con la esperanza para muchos de la felicidad y del descanso eterno. Se le dio la imagen a la muerte de un esqueleto con guadaña. Se le empezó a rendir culto a las ánimas del purgatorio, Fue en el siglo XVII cuando se trató de quitarle lo terrorífico para darle un aspecto de amabilidad, viéndolas sin miedo y con fe.
Desde el siglo XVI se han redactado numerosas oraciones y plegarias, unas imponentes y otras con esperanza, dedicadas a la muerte.En la época del barroco y churrigueresco mexicanos el tema de la muerte reaparece con mayor ímpetu.
Del lado del pueblo las celebraciones seguían mezclando una buena dosis de la tradición y creencias indígenas con elementos del catolicismo, lo que desembocaba en prácticas rituales y ceremonias poco ortodoxas que se percibían más bien como alegres fiestas u ocasiones de relajamiento.
México Independiente
El Nuevo Estado Mexicano se empeñaría en secular a la sociedad y el gobierno de
Las epidemias de la época llevaron a la creación de Cementerios fuera de la ciudad y fue hasta 1961 que el gobierno se encargo de los entierros, con
Francisco Sosa explica que desde la primera época del México Independiente se vendían calaveras y canillas de dulce en el Zócalo, allí mismo se comerciaban juguetes de comitivas fúnebres. Ya entonces, el día de muertos significaba fiesta. “Calaveras niñas, calaveras”.
Empezaron entonces las costumbres de adornar las tumbas con flores y velas, visitar los panteones el día 1 y 2 de noviembre. La gente de clase alta solía visitar panteones por la mañana y los pobres por la tarde. La muerte adquirió un tono más festivo; calaverita de azúcar, esqueletos de almíbar, muertecitos de mazapán y pan de muertos comenzaron a formar parte del tradicional día de muertos.
Por su parte paz manifiesta que en esta etapa en donde con el advenimiento del catolicismo el sacrificio o idea de salvación se hacen personales, el cristianismo plantea a la muerte como el salto entre dos vidas. Y después de la independencia comienza la muerte moderna, en dónde se le ve como un fin inevitable, el fin de un proceso natural.
José Guadalupe posada fue el precursor del movimiento nacionalista de la época en las
artes plásticas con 20 mil grabados en donde las calaveras eran interpretadas por gente común en la vida diaria y como caricaturas políticas llenas de sarcasmo. Plasmó en sus dibujos el imaginario colectivo mexicano y por ello se influenciaron personajes como Rivera, Orozco y Méndez.
(Gran fandango y francachela de las calaveras, José Guadalupe Posada)
La muerte Porfiriana
Durante el Porfiriato las costumbres fúnebres persistieron; el pueblo compartía el pan con los muertos, iluminando los caminos de altares y tumbas; la gente ‘’bien’’, imbuida de las formas de comportamiento modernas importadas de Europa, se alejó del espiritualismo de indios y españoles, dando un carácter banal a esta fecha. Era costumbre entre las adineradas, o al menos con tales pretensiones, la de estrenar ropa en estos días.
Muchachas y jóvenes lagartijos recurrían sin falta a tiendas de telas y a modistas para poder estrenar y lucir sus ropas en los panteones!
La vestimenta negra
Debe señalarse que la costumbre de vestir de negro como señal de luto es de origen europeo, pues de esto no hay registro en las tumbas prehispánicas. La manera actual de expresión de luto a través de la conquista española, a pesar de que ha variado con el paso del tiempo. Durante el Siglo XVII europeo, particularmente en Francia, el negro combinado con el blanco todavía se utilizaba como luto, aunque también se asociaba con elegancia, probidad moral e intelectualidad. Sin embargo, el color negro también empieza entonces a asociarse con la sensualidad femenina, el mal en los hombres y la frivolidad, como en cierta forma sucedería en la sociedad porfiriana.
El pueblo seguía inundando los panteones y realizando ahí sus comidas en comunión con los muertos, tratando de complacerlos en el día que volvían a visitar a sus parientes.
La indiferencia del mexicano ante la muerte se nutre de su indiferencia ante la vida. Tras el porfiriato y el sufrimiento del campesino la revolución se muestra desafiante: “si me han de matar mañana, que me maten de una vez”. La muerte mexicana es estéril, no engendra como la de los aztecas o cristianos. De acuerdo a paz existen dos actitudes frente a la muerte, la que va hacia adelante, que se refiere a la muerte como creación de otra vida y la de regreso, que se refiere a la nada y simplemente la nostalgia del limbo. “la muerte mexicana es el espejo de la vida de los mexicanos”
El día de muertos de la época contemporánea se manifiesta bajo el movimiento nacionalista del siglo XX en donde Frida Kahlo en sus pinturas nos muestra el surrealismo de la muerte. Diego Rivera y Orozco en sus murales manifiestan un discurso político por medio de las calaveras del Día de muertos
(Mural alusivo al día de muertos, Diego Rivera)
En la actualidad el Día de muertos se festeja el 2 de noviembre, en donde los panteones están repletos de flores, velas y personas que visitan a sus familiares muertos. Por otra parte los dulces, comida y festejos se realizan como un intercambio en la sociedad; los alteres de muertos son una muestra de la tradición del pueblo mexicano.
(Celebración del día de muertos en el Zócalo de la Ciudad de México, Actualidad)